Después de un largo díad e trabajo, satisfecho, asqueado, cansado y con las manos aún ensangrentadas.
Procuro no hacer ruido, estas paredes de papel me dalatarían.
Me lavo conciencidamente, me cambio de ropa, no puedo acostarme a dormir, mi cabeza va a mil por hora. Aún recuerdo todas las conversaciones que resuenan en mi cabeza, las luces, los colores, las caras... todo es una orgía de elemntos nuevos que procesar y colocar en su sitio.
Lo tengo claro, auriculares, música, un hielo que se derrite en una copa de culo ancho.
Un poco de música y todo vuelve a la normalidad.
EKDG.